top of page

Preta, preta, pretinha

  • Writer: Escritura Virulenta
    Escritura Virulenta
  • May 8, 2020
  • 3 min read

Updated: May 10, 2020



-Es de Luita. Tiene valor para mí.–le dije a la persona que ahora duerme en su habitación.


Los dibujitos impresos en la tela de su cortina aniñan mi casa, pero ahí siguen casi dos años después.


En mi biblioteca hay un diccionario de portugués-español, intento memorizar palabras para poder conversar con ella. Me aprendí la canción del aquel grupo brasilero, los Novos Baianos, y en cuanto apareció Lua en la pantalla se la canté. Gritó sorprendida a sus padres algo en lo que solo reconocí la palabra música, así se dice “canción” en Brasil. Coreamos tres segundos en desfase. “Abre a porta e a janela. E vem ver o sol nascer”. Hice unos pantallazos con su cara en escorzo mirando hacia arriba y mi cara hinchada y atenta en pequeñito. Capté un logro fugaz, guardé la imagen. Abandonó el móvil en el suelo y se fue con su madre a bailar la canción a la cocina. Grité su nombre través del móvil y cuando apareció de nuevo volví a cantarle. “Preta, preta, pretinha”. Ahora ella tenía un trozo de plátano en la boca.


Hace unos días aparecieron debajo del sofá un imán con forma de conejito y una pieza de un juego de construcción. Le mandé una foto a mi madre. “A veces Lua nos manda una postal” – le escribí. Me contestó con muchos emoticonos. Miré los archivos del historial de conversación de wasap con mi madre y volví a escuchar la canción que ensayó con su profesora de canto para Lua. Nosotras también le mandamos postales, aunque deliberadas. Para su cumpleaños le enviamos por avión una caja con un disfraz de abeja, un albornoz de mariquita, cinco libros, unas deportivas un poco grandes y unos calcetines con brillantina. Al mes y medio mi madre me reenvió una foto de Lua con el disfraz, apretando la sonrisa. Tengo el hábito de borrar las imágenes que me llegan reenviadas porque siento que no son para mí. Las de Lua no, las guardo en una carpeta propia en el móvil y no borro las que están repetidas. También tengo una carpeta con todas las grabaciones que le hice desde que nació hasta que se fue a Sao Pablo. Después hay vídeos de stories de instagram con hashtags y textos en portugués escritos por su madre. También los guardo aunque tampoco sean para mí. En uno de ellos Lua canta esa canción de Novos Baianos que me aprendí. Antes le pedía a su madre que me mandara cada vídeo que colgaba. Ya no. No quiero ser pesada o quizá me he conformado con sus apariciones de 10 segundos que se borran a las 24 horas.


Una vez me quité Instagram para no quedarme colgada horas. Cuando volví, el pelo de Lua acumulaba tantos rizos que parecía afroamericana. Bueno, la verdad es que ella es afroamericana, su piel es morena, casi pretinha, sus cejas pobladas, ya no habla español. Nunca me quitaré Instagram, porque entre otras cosas no veré la transición a la melena con la que su madre y yo fantaseamos a finales de su embarazo.


Es de Luita, tiene valor para mí, quiero cuidarla. –le escribí por mensaje a mi compañera de piso. La cortina de dibujitos aun en la habitación en la que se crió, estaba doblada y arrugada sobre el palo de la cortina para evitar que cayera extendida hasta el suelo. Me dolió ver esa imagen, encogida como el hambre, la nostalgia o la saudade. Como duele un tallo arrancado o los domingos por la tarde, como duele una bola de helado en el suelo, una carrerilla frenada en el impulso, como duelen 7.845 kilómetros, 5 horas de diferencia horaria y un habitación desertada. Insistí en que cuidaran la cortina, como insisto en hacer crecer las plantas de la que fue su casa y ahora es la mía. Como insisto en la fantasía. Como insisto en la soledad.


Cuando yo dormía en esa habitación a veces corría la cortina y me acordaba de ella. Como en la canción de los Novos Baianos: “Abre la puerta y la ventana. Y ven a ver el sol nacer”. Yo quería ver la luna, eu quero ver a lua. Cada noche está ahí, creciente, creciendo. Nos llegan imágenes del satélite. A veces puedo ver de cerca la cara de la luna, incluso puedo hacerle zoom.

Comments


Escritura Virulenta   2020

bottom of page