Crucigrama
- Escritura Virulenta
- Nov 13, 2020
- 3 min read
Updated: Dec 5, 2020

Uno, horizontal. El barco que recorre el Mármara de Europa a Asia enciende sus motores acallando la oración de 10, vertical. Es la última llamada del día. Los pasajeros se amontonan impacientes, registran sus billetes en los tornos y al traspasar las puertas automáticas tropiezan de nuevo con los pies del de delante. Dos, horizontal. Maldicen. Los marineros liberan los cabos de amarre. Todos están listos para zarpar, incluso aquellos que se quedaron en tierra y que perdieron la última oportunidad de tomar esta vía rápida a Kadiköy.
A pesar del frío hay bullicio en cubierta. El camarero, siempre canoso, siempre pequeño, siempre con cara curtida y bigote, reparte çai entre las últimas frases del adhan. Acudid a la salvación. Se perfila Topkapi y detrás aparece la espléndida Ayasofya, que durante los tiempos de Bizancio fue 7, vertical. Rabia camina erguida y de lado a lado, así se camina en travesía. Encuentra un asiento libre y lo toma. A su lado otro pasajero hace un crucigrama. Se asoma por encima de su hombro, reconoce las palabras. 13, horizontal. Lo hace un bote en el mar, un niño en un columpio y un lector en una hamaca. Él garabatea la respuesta con sílabas trémulas. Un mechón de pelo oculta su rostro. Ella, estratégicamente, saca un cuaderno; al ponerlo sobre sus rodillas siente que el desconocido sostiene la respiración. Mira de reojo. 15, vertical. Acción entre dos personas que contiene una doble c. Da unos golpes con el bolígrafo sobre el papel, ¿él o ella? 2, horizontal. Requiere de valor porque provocó el primer castigo. Abre el cuaderno y anota la respuesta al tiempo que él.
Empezó a hacer crucigramas a la tierna edad de 12 años. Ese verano su tía tenía un nuevo novio –cada tanto tenía un nuevo novio- y a este le gustaba sentarse bajo la higuera de la piscina a escuchar la radio, fumar cigarrillos y hacer crucigramas. Ella lo miró con curiosidad durante varios días y al tercero se acercó dócilmente cuando él la invitó.
- ¿Cómo se llama el reflejo de la luna en el mar?
- Yakamoz
Según un estudio yakamoz es la palabra más bonita en turco.
- ¿Quieres un cigarrillo?
- Solo tengo 12 años
- Ya, y a los 12 años solo se fuma a escondidas de la familia, ¿no? Siéntate, anda. Ayúdame con esto.
Seis letras, conceder autoridad/tratar de igual o no tratar de menos.
Era el primer verano que había elegido ella su bikini, por las tardes se pintaba las uñas con su prima.
- ¡Te gusta Enver!
- No, tonta –se ponía roja – Pero me gusta hacer crucigramas, es muy divertido.
Su prima, a pesar de que solo usara los libros para desfilar con ellos sobre la cabeza, estaba convencida de que divertido no podía ser el adjetivo.
Enver, mientras, iba y venía, a veces con su tía y otras solo. Pedaleando con una botella de vino, un sombrero y un cigarrillo siempre colgando de los labios.
- Pirata griego más temido.
- Barba Roja, pero no era griego, era turco.
- Ah, pequeña, era de ambos sitios y de ninguno. Era de la mar. Como yo.
Mientras pensaban le acariciaba el bello de los muslos. Solo el bello, era tan sutil la caricia que la piel no llegaba a tocarse.
- Postre favorito del sol.
- El membrillo.
- Desde qué país del Mediterráneo llegaron las naranjas.
- De Portugal
Ese verano recabó más información que en todos sus cursos escolares. Antes de marcharse aquel pirata pelirrojo le preguntó.
- Rabia... ¿Sabes qué significa tu nombre en español? Ciertamente tienes el nombre muy bien puesto.
Enver nunca volvió a la casa de verano pero ella conservó la costumbre de descifrar palabras ocultas.
Desde el mar más oscuro llega el poyraz, el viento del norte. 9, vertical. Creador del personaje La Maga.
- Es curioso, a Cortázar le fascinaban los trayectos en metro. Decía que allá abajo el tiempo se dilataba y se podía vivir una vida entera entre dos estaciones.
No puedo decir que Enrique se sobresaltara. Le sonrió de forma suave, natural. Miró por la borda, les acompañaban las gaviotas. En la oscuridad del mar y la noche se veían todos los trayectos que se pueden trazar de Anatolia a Avrupa. Imaginó a Cortázar navegando por el Sena o cruzando el río de la Plata.
- ¿Qué crees que sentiría al cruzar el Bósforo?
Se miraron. Entre 17 millones de personas y 200 plazas habían encontrado un pasatiempo.

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