Claudia

En una rueda de prensa le preguntaron una vez qué prefería, si enamorarse más intensamente y sufrir más o la linealidad del sosiego. ¡Cabrón! Pensó, ¿qué tipo de pregunta es esa para hacer en público? Para darse tiempo sacó un espejito de estuche del bolsillo de la americana que llevaba y un pintalabios rojo. Acercó el espejo al micrófono acolchado y accionó la pestaña de apertura. La contracción del muelle fue percibida por aquellos de oído más agudo de la sala, para escuchar el click posterior no hacía falta grandes cualidades auditivas. Claudia miró al público de periodistas y comisarios que la aguardaban inertes, destapó el tapón del pintalabios con la boca y lo escupió, tal y como hacía su madre con la botella de vodka. Colocó el espejo en el punto exacto en el que el foco se reflejaría en él y crearía un óvalo en su ojo izquierdo. Seguidamente, con el cuidado con el que su abuelo operaba a corazón abierto los relojes, trazó el camino de sus labios. ¡Hijo de puta!, pensaba. Esos periodistas pulcros habían ido a la inauguración de la muestra en la ciudad balneario de Colonia con sus mejores perfumes. Balcony to the Balkans, cualquiera podía deducir el tipo de infancia que había tenido el artífice de ese título. Acercó los labios embadurnados al micrófono como si fuera a hacerle una felación, los apretó para sellar el carmín y los abrió con el ruido infantil que desmiente al adulto más soberbio.

Por la noche, el mismo periodista llamó a la puerta de su dormitorio y cuando le abrió cayó arrodillado a sus pies, en un charco de lágrimas. ¿Qué hizo ella?

a) le dio una patada suave en el hombro, arrastró con la puerta el despojo de su cuerpo y cerró con suavidad.

b) Fue al baño, rebuscó en su neceser hasta encontrar el pintalabios y el espejo, volvió y pintó el orgullo en la boca del descarriado.

c) Se arrodilló a su lado, lo abrazó como una madre, le dejó pasar la noche bebiendo de sus perfumes y a la semana siguiente le mandó ella el reportaje que se publicaría sobre la artista más celebre del momento.