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Orfidal y orfandad empiezan igual

  • Writer: Escritura Virulenta
    Escritura Virulenta
  • Jun 26, 2020
  • 3 min read



1 de agosto,  primer día de mis vacaciones. Ayer tuve que tomarme un orfidal para poder dormir después de una migraña premenstrual de dos días. Me ha bajado la regla y estoy retorcida, convaleciente. Todavía veo chiribitas con mi ojo derecho y estoy sudando una angustia familiar y desconocida que no es una licencia poética aunque sí un oximorón.


Angustia es una palabra de mi léxico familiar, como lo son reproche, distancia, orfandad o pérdida. También tengo heredadas las manías de mis consanguíneos, por eso preparo el equipaje y no soy capaz de prescindir de nada. Es ridículo, pienso, que ahora que a una le toca aprender a vivir con lo puesto, ahora que la noción de futuro se desdibuja, que adquiere la incertidumbre un lugar destacado en nuestro discurso cotidiano de lugares comunes, yo esté aquí delante de tres maletas llenas de libros, ropa y artilugios para hacer pilates en casa. Quizá nos confinen otra vez, quizá me marche para quedarme algún tiempo en la terriña, me digo para justificar semejante sobrepeso. Y sin embargo, por un momento, al fantasear con la idea de quedarme allí por un tiempo, me siento ligera, mecida por la brisa salada que sostiene mi arraigo a una tierra en la que nunca he vivido pero de la que me siento parte.


Hemos hecho un comistrajo con las sobras de la nevera. Nos hemos colocado el ventilador de frente  para refrescarnos. Comemos en ropa interior porque mi tripa ya no me molesta. Se vuela la ceniza del cenicero y aunque me parece asqueroso, no me levanto a retirarlo. Estoy abatida. Tengo un nudo que comienza en la garganta, me baja por el esternón, rodea  los pulmones y se ata con tensión en la boca del estómago.


Te han etiquetado en  una foto en el Facebook y he tenido que buscarte tres veces para reconocerte. Tres. De hecho ni siquiera te he reconocido a la tercera vuelta, sino que más bien he descartado que tu cara pudiera ser la de alguna de esas otras personas a las que no he visto en mi vida. Te he deducido por descarte. Sí, está tienes que ser tú porque las demás no puedes ser. Y sin embargo, no eres tú. ¿ ya no existes o yo ya no reconozco tu cara? Me impresiona no reconocer a mi propia hermana. Hubiera preferido encontrarte por la calle con la mascarilla puesta, el pelo suelto y enmarañado, y no haberme dado cuenta de que eras tú. Pero las redes sociales son así de violentas y me han pegado un tiro en la cabeza totalmente desprevenida. Pum. Caigo muerta sobre el parquet.

Ya en el infierno, seguimos a los 40 grados del 1 de agosto. Tu foto ya está en dos chats de amigas cercanas. Les pregunto si saben quién es la persona de la izquierda en la foto. Creo que dudan, pero la pregunta trasluce un malestar mío que conocen bien y en seguida llegan sus palabras de aliento, rescatando la sonrisa de tu mirada y que sigues entera. No te falta un ojo ni tienes la boca rota. Sólo tienes la cara hinchada, los dientes amarillos, el gesto endurecido y el pelo más sucio. No está tan mal. Podría ser peor, tienen razón, pero a mí la imagen se me atraganta y el hilo que me atraviesa y es un nudo, se aprieta aún más. Cuánto te desconozco, qué vértigo tan grande.


La mirada por encima de la mascarilla, esa es la consigna que tengo que escribir.


Imagino que nos encontramos. ¿Me reconoces tú a mí? Mi mirada ha cambiado? Si no te reconozco, no puedo mirarte igual que te miro en la distancia. No me queda más remedio que mirarte como a una extraña. Me alegra que no puedas ver que mi boca está sellada por esta angustia familiar que me atenaza cada vez que recuperamos el contacto. He olvidado cuándo fue la última vez que nos vimos, te digo. He olvidado desde que infierno solicitaste mi rescate. Por eso ya no respondo a tus llamadas, porque he descodificado tus gritos de auxilio y se que lo que buscas de mí es precisamente lo que yo ya no puedo darte. Y después de algunos años he comprendido que una sólo puede dar lo que le sobra, no lo que le falta.


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Escritura Virulenta   2020

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