La ventana de mi casa es particular

La ventana de mi casa es particular, me genera mucha frustración, me posiciona, me anula, solo pienso en Galicia (como siempre) en lo

bonito y sencillo que es mi arraigo, es como un jardín, al que puedo alimentar y cuidar incluso desde la distancia. Me recuerda lo lejos que estamos de cambiar el mundo.

En realidad tengo un balcón , al que apenas salgo porque me dan miedo las palomas y porque han sellado el horizonte. También tengo una ventana pero asomarme por ambas me pone de mal humor. Me recuerda que ahí fuera hay mucha ignorancia y luchas de ego, vanidad y miedo, colores que no nos representan y nunca lo harán.

Lo único bueno es que desata y alimenta mi creatividad, aunque también mi mala hostia. No paro de pensar en cómo contraatacar. Alzar yo también mi derecho a expresarme, lo que pasa es que yo no soy tan cobarde y pretendo tener un discurso sólido basado en acciones y no en poses.

La ventana de mi casa es particular. Ya que solo veo una enorme bandera de España, roja y amarilla, qué colores! El escudo se lo han cosido aparte, requería de una buena impresión , no hubo huevos a bordarlo a mano eh! Eso es lo mínimo que se merece nuestra España, una y trina, orgullo de país…

Aquí esta historia que habla sobre la mirada, sobre como cada día cada instante que miro por la ventana se me distorsiona el mirar, el solo con los ojos no se ve del todo. No puedo evitar ponerme de mal humor, no quiero acostumbrarme, es posible que acabe hablando con el vecino.Le diré algo así: ¨La ventana de mi casa, es particular, solo veo tu bandera, que cuando llueve se moja… COMO LAS DEMÁS.